"Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;..."
El poema empieza con el pronombre relativo "Que", típico comienzo abrupto de un romance. Da idea de que algo ya sucedió anteriormente y no es mencionado. Luego ocurre una repetición que nos da la ubicación temporal imprecisa, sabemos que alude a una primavera española pero no sabemos cual de todas. Esta repetición se usa para resaltar esa idea de tiempo.
El pretérito pasado "era" nos da idea que eso ya ocurrió anteriormente; esto lo terminamos de entender en el décimo verso cuando nos damos cuenta de que el personaje esta privado de su libertad. En el verso tambien encontramos una cesura, que es una pausa fuerte interna que sirve para dividir el verso en dos hemistiquios y favorece a la lectura y el ritmo.
En el segundo y tercer verso, así como en el quinto y séptimo se da una anáfora por la repetición al comienzo de cada verso con el vocablo "cuando". Esto refuerza la idea de tiempo y de lo que ocurre en él.
El artículo femenino "la" delante de un sustantivo masculino "calor" es una marca típica del español antiguo, justificado porque la mayoría de la poblacion en los siglos X y VX era analfabeta y además si se pusiera un artículo masculino se perdería la estructura métrica del romance.
En los versos tres y cuatro hay un paralelismo sinonímico: los dos presentan la misma estructura y el mismo tema, esto también se da en los siguientes dos versos.
Los nexos "y" en el cuarto y sexto verso producen un encabalgamiento, lo que nos indica que la idea de los versos anteriores no temrina en los mismos sino que continúa en los siguientes.
Entre los versos dos y ocho hay una enumeración ascendente ya que primero nos indica el plano climático "...hace la calor," luego el plano vegetal "los trigos encañan y están los campos en flor" después el animal "canta la calandria y responde el ruiseñor" y por último el plano humano "los enamorados van a servir al amor;"
Ocurre una personificación ya que las calandrias no cantan y los ruiseñores no responden, es decir se le atribuyen características humanas a cosas que no lo son. Además son metáforas coloquiales lo que quiere es aparentar un diálogo, marca comun de nuestro lenguaje.
Florencia Bonavida y Romina Zabala, 4º1
